lunes, 20 de agosto de 2007

Teoría sobre el Origen Humano (Parte 1)

Creo que la existencia humana casi en su totalidad es un verdadero misterio, a pesar de esto, muchas personas creen tener un conocimiento irrefutable sobre todos los pormenores que responden a las preguntas fundamentales sobre nuestra vida. Muchas teorías se reforzaron a través de los años por cuestiones religiosas, pseudocientifícas y principalmente gracias al gran egocentrismo humano.

Yo soy una persona común, joven, no tengo grandes estudios terciarios ni he dedicado mi vida a una ardua tarea científica. Pero como persona común cuento con dos valores fundamentales para pararme frente a temas existenciales:
a) Tengo Sentido Común
b) Comprendo que el humano es un ser ignorante de la mayoría de los aspectos que rodean su esencia, ya que no puede responder con elementos probatorios, las mayores incógnitas de su condición de ser vivo.

A partir de esta postura de liberación de los conocimientos que se me inculcaron desde que nací y con una gran dosis de objetividad, me planteé en la tarea de responder las cuestiones mas intrínsecas sobre el ser humano y su origen, basándome en la simpleza.

Lo primero que pregunto, es como y de donde proviene el origen de nuestra raza humana, este es un punto turbio para historiadores y antropólogos que solo se basan en teorías incompletas para contar una verdad a medias, donde faltan piezas claves, se logran conceptos como "el eslabón perdido", "el misterio maya", "ciudades perdidas", etc. es decir la misma ciencia nos abre grandes interrogantes sobre un pasado que continuamente vive rescribiéndose en los libros catedráticos.

La laguna y los peces
Si consideramos al universo en un término fractal, en donde por más que variemos las dimensiones los comportamientos se repiten, a gran o pequeña escala, miremos a nuestro alrededor, a nuestro entorno cercano y analicemos como se propaga la vida.

Recordé el campo, allí hay lagunas, muchas de ellas no tiene mas de 80 años de existencia, y sin embargo en su poca profundidad existe vida, un pez orillero, quizás una mojarra, hasta inclusive un pejerrey. Parece descabellado pensar que esos peces se originaron allí de la nada, que no son descendientes de ningún otro animal parecido en el mundo, eso es absurdo, absurdo para una laguna. Sin embrago si tomamos al mundo como esa laguna, por inercia descartamos la idea de provenir de otro entorno, de un agente externo, creemos ciegamente y sin fundamentos claros, que un buen día la vida se originó en este planeta de manera única y en algún momento la evolución llegó a parirnos como seres pensantes, distintos de los demás.

A la laguna, un agente casual y físico como el viento pudo haber arrastrado los huevos a los juncos de la orilla, quizás una comedida abeja involuntariamente los llevó hasta allí en su natural búsqueda de polen. Puede ser que una persona, como una actitud adrede haya querido sembrar peces en la laguna para promover la pesca, para observar si su objetivo funcionaba, concurría con periodicidad a la misma constatado el desarrollo de las especies acuáticas. Así llega la vida en nuestro planeta a un entorno nuevo. Como sucederá en el resto del universo? No debiéramos suponer que este patrón puede repetirse a gran escala en la infinita grandeza del universo?.

Si este patrón se repitiese, no sería descabellado pensar que en un agente involuntario, como un meteorito hayan llegado los primeros organismos vivos, y la evolución que lógicamente es una realidad comenzó a crear familias de especies, y estas comenzaron a expandirse por la superficie terrestre adquiriendo diferentes adaptabilidades. Esa misma adaptación por diferentes agentes fue moldeando seres más inteligentes que otros, pero sin lograr una diferencia desbordante. Pero hay un espacio vacío, hay un ser que se despega del resto, de su pariente conocido mas cercano, el concepto de eslabón perdido se considera hoy en día científicamente incorrecto porque no hay uno, sino muchos, yo considero que el hombre verdaderamente tiene un pasado y una conexión simiesca, pero sería un ciego si no observamos un salto grandísimo entre el último antespado “animal” y el primer humano, algo cambió, o quizás algo “lo” cambió de manera drástica.

El juego de los genes
Los humanos somos propensos -a medida que las técnicas genéticas avanzan- a aplicar esos conocimientos en los animales, creando especies híbridas para “mejorarlas” para el consumo, o por meros motivo de estudios. Hoy día existen especies de perros, gatos, conejos, caballos, etc. llamados “de laboratorio”. Es lo que una mente inteligente realiza con un ser racionalmente inferior cuando los investiga, domina, cría y analiza sus resultados.

No ahondaremos en las posibilidades de vida inteligente fuera de nuestro planeta, pero podemos decir que sería ilógico que en el inconmensurable tamaño del universo no existiesen civilizaciones varias y avanzadas con conocimientos físicos y astronómicos aun muy lejanos para nosotros.

Que hubiera pasado si alguna civilización inteligente, decidió realizar estudios sobre nuestro planeta y sus habitantes en los tiempos donde el humano aun no se había gestado? Si esas expediciones hipotéticamente realizaron tareas de seguimiento, rápidamente hubieran descubierto en ciertos homínidos las características mas aprovechables para estudio y –al igual que nosotros- habrían empezado a “jugar” genéticamente con dichos animales. El eslabón perdido quizás nunca lo encontremos porque puede que este haya sido una jeringa, o estuviera en un tubo de ensayo.

Mi teoría afirma que son altas las probabilidades que la raza humana actual haya sido producto de una manipulación genética inteligente y planificada, por ese motivo, desde ese quiebre es tan amplia la diferencia entre nosotros y el resto de la fauna local.